Agustín Querol
La Gloria y los Caballos Alados o Pegasos es un conjunto escultórico que ha vivido una historia azarosa, quizá en gran parte debido a sus grandes dimensiones, desde que en 1905 fue creado por Agustín Querol para la sede del entonces Ministerio de Fomento, hoy Ministerio de Medio Ambiente.
El conjunto original es de mármol y pesa demasiado. Además, durante la guerra civil sufrió desperfectos que amenazaban con desprendimientos, cosa que al final ocurrió, de forma que, ante la situación de peligro, en 1976 fue sustituido por una copia en bronce mediante vaciado, obra de Juan de Avalos, que es la que actualmente corona el edificio en Atocha.
Formada por tres partes exentas, la obra fue enviada a un almacén municipal donde permaneció durante años. Hasta que los caballos alados fueron separados de La Gloria. En 1997 fueron instalados en la plaza de Legazpi, formando parte de una fuente cada uno de ellos. Y La Gloria permaneció en el almacén, aunque por poco tiempo como veremos.
Debido a las obras de soterramiento de la M-30, en la primavera de 2005, las fuentes de Legazpi fueron desmontadas y los caballos andamiados.
Las noticias sobre el futuro de la plaza de Legazpi se han sucedido. Que si los caballos alados volverán a su lugar, que si se construirá un nuevo intercambiador de transportes … Las últimas noticias hablan del proyecto de trasladar aquí las fuentes de la plaza de Colón, para a su vez ceder su sitio al monumento al Descubridor. También se dice que cuando las esculturas sean restauradas tendrán un nuevo destino -¿serán restauradas?, ¿cuándo, por fin, después de casi cuatro años?-.
Desde Legazpi, atravesando el Puente de la Princesa, conocido como Puente de Andalucía, llegaremos a la Glorieta de Cádiz donde a fines de 1997 fue instalada La Gloria.
Parece imposible que alguna vez vuelvan a reunirse las tres esculturas, entre otras cosas porque al menos La Gloria ahora parece muy bien instalada y feliz en su nueva plaza, con su fuente alrededor, aunque en Madrid nunca se sabe… La azarosa historia continúa. Dentro de todo, me ha encantado comprobar que el caballo alado “perdido” se encuentra en ese almacén, mucho más cercano, aunque fuera a través de la verja, que su pobre compañero cubierto por la tela metálica y rodeado de coches.
Texto y fotografías por Mercedes Gómez
Biografía
http://www.esculturaurbana.com
Páginas Web Utilizadas:
http://artedemadrid.wordpress.com
El conjunto original es de mármol y pesa demasiado. Además, durante la guerra civil sufrió desperfectos que amenazaban con desprendimientos, cosa que al final ocurrió, de forma que, ante la situación de peligro, en 1976 fue sustituido por una copia en bronce mediante vaciado, obra de Juan de Avalos, que es la que actualmente corona el edificio en Atocha.

Debido a las obras de soterramiento de la M-30, en la primavera de 2005, las fuentes de Legazpi fueron desmontadas y los caballos andamiados.

Plaza de Legazpi, abril de 2005
Uno de ellos resultó dañado en este proceso y fue trasladado una vez más a un almacén municipal para ser restaurado. Los Pegasos fueron separados.
Terminadas las obras, ambos continúan en el mismo lugar, uno en la plaza andamiado, el otro en el almacén del Ayuntamiento de la calle Ancora, se le puede ver perfectamente desde el exterior tras el muro, magnífico. Ambos están presos, cada uno a su manera, y a mí me dan una sensación de abandono, ¡tanto tiempo en la misma situación!
Plaza de Legazpi, 17 de marzo 2009

Calle Ancora, 17 de marzo 2009
Desde Legazpi, atravesando el Puente de la Princesa, conocido como Puente de Andalucía, llegaremos a la Glorieta de Cádiz donde a fines de 1997 fue instalada La Gloria.

Glorieta de Cádiz, julio 2008
Texto y fotografías por Mercedes Gómez
Biografía
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Páginas Web Utilizadas:
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Esperanza d’Ors
Una escultura de la madrileña Esperanza d’Ors escenifica la experiencia de la emigración
‘Devolución de Prometeos a su lugar de origen: un viaje de trashumancia’ puede visitarse en la Biblioteca de Usera

La escultura de la artista madrileña Esperanza d’Ors desembarcó en la Biblioteca Pública José Hierro de Usera. La pieza, que lleva por nombre 'Devolución de Prometeos a su lugar de origen: un viaje de trashumancia', fue recibida por la Directora General de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, Isabel Rosell, junto a la escultora, en un acto en el que también estuvo presente Andrés Ibáñez, autor del texto '¿Somos estatuas vivas?', leído por él mismo para la inauguración.
D’Ors, calificada por la crítica como artista neoclásica y posmoderna, plantea un tema que ha formado parte siempre de su universo escultórico, el gran tema del siglo XXI: la emigración como derecho de todo ser humano a elegir su destino. La instalación escultórica, de carácter monumental, ya que tiene unas medidas de 2,50 metros de altura, por 3,86 metros de largo y 1,66 metros de ancho, está formada, siguiendo la proporción de las trágicas pateras, por diez figuras, ocho hombres y dos mujeres, una de ellas embarazada, realizadas en poliéster y situadas en el interior de una jaula-contenedor de acero inoxidable.
D’Ors, calificada por la crítica como artista neoclásica y posmoderna, plantea un tema que ha formado parte siempre de su universo escultórico, el gran tema del siglo XXI: la emigración como derecho de todo ser humano a elegir su destino. La instalación escultórica, de carácter monumental, ya que tiene unas medidas de 2,50 metros de altura, por 3,86 metros de largo y 1,66 metros de ancho, está formada, siguiendo la proporción de las trágicas pateras, por diez figuras, ocho hombres y dos mujeres, una de ellas embarazada, realizadas en poliéster y situadas en el interior de una jaula-contenedor de acero inoxidable.
'Devolución de Prometeos a su lugar de origen: un viaje de trashumancia' fue concebida para el proyecto 'El barco del arte', un itinerario que tendría lugar a lo largo de un año, en el que participaban diferentes artistas que debían realizar una instalación en el interior de un contenedor de seis o doce metros.
Aunque el proyecto, presentado en julio de 2005 en el muelle portuario de Uribitarte de Bilbao, finalmente no se llegó realizar, Esperanza d’Ors pudo concluir la obra a lo largo de los años 2005 y 2006 gracias a una ayuda recibida de la Comunidad de Madrid y Altadis.
Adquirida como fondo de la Colección de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid, ahora Colección del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), la instalación escultórica se puede ya disfrutar en la biblioteca pública 'José Hierro' de Usera. La colección del CA2M está compuesta por 1.526 obras de diversas disciplinas (278 de Estampa, 953 fotografía y audiovisuales, y 295 pintura y escultura), las cuales son expuestas de manera periódica en diferentes presentaciones que les confieren sentido y la ponen en relación con las corrientes internacionales.
Biografía
Aunque el proyecto, presentado en julio de 2005 en el muelle portuario de Uribitarte de Bilbao, finalmente no se llegó realizar, Esperanza d’Ors pudo concluir la obra a lo largo de los años 2005 y 2006 gracias a una ayuda recibida de la Comunidad de Madrid y Altadis.
Adquirida como fondo de la Colección de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid, ahora Colección del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), la instalación escultórica se puede ya disfrutar en la biblioteca pública 'José Hierro' de Usera. La colección del CA2M está compuesta por 1.526 obras de diversas disciplinas (278 de Estampa, 953 fotografía y audiovisuales, y 295 pintura y escultura), las cuales son expuestas de manera periódica en diferentes presentaciones que les confieren sentido y la ponen en relación con las corrientes internacionales.
Biografía
Esperanza d’Ors (Madrid, 1949) proviene del campo teórico del arte y ha sido profesora universitaria, ensayista y crítica. Con una decidida voluntad filosófica, realiza una personal lectura de los mitos clásicos, utilizando para ello la figura humana desnuda, en solitario o en grupo, con unos perfiles andróginos. Esa ambigüedad sexual le permite mostrar ambivalencia, sentimiento y emoción, evocando con ello el cansancio del hombre contemporáneo y abriendo interrogantes sobre nuestro destino. El punto de vista de su lectura de los clásicos es irónico, aunque alejado de la parodia y el sarcasmo, lo cual, además de proporcionarle distancia, le da a su creación singularidad dentro del panorama escultórico actual, generalmente, de temática fría, brutal y desoladora.
Estas características las podemos observar en toda su obra, así en Los laberintos de Ícaro, conjunto escultórico con el que obtuvo la Medalla de Oro de la Bienal de Alejandría de 1991; en Prometeo no debiste traer el fuego, de 1995; Once Sísifos y algunos suplentes, de 2000; Narciso, el espejo de mi soledad, de 2002 y en No mueren los dioses, de 2004. En los últimos años su interés se ha centrado en la escultura pública, insertando en la ciudad contemporánea sus narraciones, como El regreso de Ícaro con su ala de surf, en las aguas del Puerto de Alicante; Ikaro Elgoibarren, colgado sobre el río Deba en Guipúzcoa, o Los Cuatro Elementos, en León.
Páginas Web Utilizadas:
http://www.madrid.org
http://www.espanaexterior.com
Diego Moya y el mural destruido
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Diego Moya y el mural destruido
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